lunes, 24 de diciembre de 2012

Canto místico

En la infinidad de mi alma,
arranca, oh Señor, 
a este ser que entrometiste en ella.
De los campos lo recogí y lo guardé para mí.
Tan puro era, tan celestial su mirar.
Era un pastor tuyo señor, 
Eros me flechó sin yo avenir,
ahora tarde es para mi emoción, 
y esquivar la saeta mortal es frustración.

Del mar son sus ojos,
mas los quiero para mí y 
no compartirlos con nadie más.
En la ruca, en los orígenes su corazón está,
mas su corazón lo deseo con fervor,
y con toda la congoja lo perdería,
tanta desdicha desearía que no fuese mía.

La infinidad de mi ser es él, 
De la luna bajó Artemisa a proveerle,
porque es bendito de ti, Señor, 
mas no de mí.
Lo siento una víctima de mis pecados,
de mi pensamiento socavado, 
bien en lo profundo,
bien en lo hondo de mi sigilo  
esperando que él no se entere de la verdad de perogrullo.

Qué calamidad ahora que sabes, tú, oh Señor,
¿cuál será mi aciago augurio esta vez?
cuan inmenso asecho hasta pagar la deuda de amarle...

¿Qué? ¿Señor, le has expirado el ápice de su vida?
Me has arrebatado el último aire para guardar su respiración
junto a tu regazo pues es tu hijo más preciado.

De haber sabido que tanto dolor padesiese yo hoy,
hubiese provocado mi desahucio anticipado,
sin haber caído en la desgracia de Venus,
y solo ahora pido a Anubis que me secuestre
a su mundo de ánimas perdidas,
como alma resignada 
que mora en la necrópolis de los subterráneos
laberintos que serán la solución pues,
al parece, 
es donde acaba el amor. 



miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cansancio


He me aquí derrotado por el cansancio singular,
de una vida sin un sentido más.
Me encuentro en una encrucijada,
donde el amor se acaba,
y la oscuridad es el dios de mi mirada.

La fe consumida en llamas 
de una vela casi apagada,
los fuegos del destino cortan quijadas
abapulladas y vencidas por 
una infinita calamidad.

 En el silencio de la noche me dejaré llevar
para no contener más a mi alma,
ha de volar lejos, muy lejos de mí,
cesando, por fín,
la bélica lucha por la paz.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Parábola del hijo perdido

Dicen que lo han visto caminando por las calles de Santiago, vestido con prendas holgadas y sus cabellos a la deriva del viento. Con un dolor en su frente recordando que fue un joven lleno de sueños, se topa con algunas personas y se da cuenta que ya ni siquiera crucificarse servirá para cambiar la mentalidad colectiva de la sociedad. Llora por su actual impotencia de desconsuelo total, se sienta en una vereda y retoma su deleitoso néctar milagroso. Como nadie lo ve, de soledad se acuesta a esperar el sueño final, quizás arriba renazca su esperanza en la humanidad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

El Ciervo Sereno de Dios que robó mi corazón

-Hermosa como tú - dijo,
y trémulo tomó mi mano y la besó
 para no besar mi boca que es escurridiza
pero no más que la suya.

Sus labios son néctar prohibido de otro dueño,
no puedo mirarlo sin embargo lo hago simulando
ver su sonrisa contagiosa,
tan lejano a la verdad
aquel soplo del aire que escapa de él,
y tan próximo a un beso mío
fruto de mi locura aventurada.

Es tan imposible como atrapar al viento
y guardarlo para mis pulmones,
tan inferior el deseo que huye de mí
al comparar mi mundano latido con el suyo,
que lo hace tan distinto
y tan excéntrico al son de lo común de mi vivir,
él está fuera de mí.

-Te quiero - salió firme esa palabra de sus labios,
pero un te quiero bondadoso que no pretende atraparme,
y que me deja libre para seguir la brisa que exhala mi alma,
que no sabe que mi alma lo desea,
que no sabe que lo esperaba,
que no sabe que mi alma se vuelve a enfermar,
que no sabe la lozanía y juventud que hemos perdido
ahora que no nos tenemos.

Tempos Fugit


Tiempo, ¿no serás tú mi enemigo mortal?
Pasas tan fugaz, tan voraz.
Me destrozas el espíritu condenándome a la voluntad del mundano andar,
haciéndome pensar que eso es lo real. Pero te equivocas y me haces equivocar.
No quiero ser un prisionero más de tus cadenas de falso material.
No quiero verte volar y que dejes que todas las escenas de mi vida se vayan,
y yo ser un simple testigo común,
y yo ser nadie, y yo ser nada en mi propia nada,
en mi película de nada que no cuenta nada,
porque todo pasó ya, y nada tiene sentido ahora.
Y mis propias palabras de hace dos segundos se han hecho insignificantes,
porque no son nada ahora, y el ahora tampoco es importante porque ya es ayer.
Y el ayer se aleja, y parece que es mejor
ser solo un testigo que mira mis escenas de vida que se van
 y se alejan y se van fuera de mi alcance corren y se van...

viernes, 3 de agosto de 2012

No te hundas más

Todos los ríos desembocan en el mar,
me pregunto por qué el mío 
tenía que cruzarse con el tuyo antes de caer en él.
Así como el viento no tiene una forma definida, así eres tú,
tal y como aquel llegaste con temple de infinitud.
Dime ahora qué hago para que no ahondes más adentro,
para que no arrases  con todo, 
para que no desequilibres esta armonía.
Estuve tanto tiempo cubriéndome bajo una manta de desilusión,
para no verte, para que no me conocieras 
y reconocieras si es que te ibas y coicidíamos en otro lugar.
Estuve tanto tiempo furtiva para que no supieras nada sobre mí,
para ser alguien sin importancia en tu vida,
para que no tuvieras motivos para acercarte más.
De cierto modo, era mejor
que tú no tuvieras material para establecer un lazo.
Ahora que te arrimas y no hay vuelta atrás,
 por asomarme fuera de mi escudo 
para mirarte y contener tu afición 
para conmigo,
me has descubierto,
y haz calado en lo profundo de mi incesante memoria,
arrastrándome siempre a tu recuerdo.
¿Qué hago para que no siga quemando más adentro tu calor?
No quiero fallarme, no debo traspasar la barrera que creo 
para alejarte cada vez  que te acercas sin pudor.
Sé que no debo amarte, y sé que si te amara 
no terminaría junto a ti,
si quieres mi felicidad, vete sin mí,
abrázame fuerte y déjame ir.

miércoles, 25 de julio de 2012

Elíxir de salvación.

Hoy vuelvo a la libertad...
¿Cómo?
Era lo más cercano a lo ideal,
una flecha de vivo fuego,
 introvertido aunque alegre junto a mí.
Increíblemente correspondido.
Sin embargo no podía ser del todo perfecto,
y no lo veo como un defecto,
tiene a alguien más, y  es una fémina 
con la que no podría competir, 
es como él, 
y tiene motivos que le cautivan más para conquistarle:
es esa Libertad tan inalcanzable que no la logro contemplar.
Es una fidelidad escurridiza que no la podría abrazar,
que no sirve para mí, que es vana en mi existir.
Una luz que me deslumbra,
un sol próximo que quema, arde más de lo imaginable
y rompe con lo inimaginable.
Hoy quiebra mi equilibrio un sí que es un no latente,
que es un sí valiente, y un no manifiesto tan comprensible
que agradezco el sí vigoroso cayendo de su boca, deseada
pero ingrata de pronta verdad, prudente, novedosa.
Hombre de obnibulante cabello, de claros pensamientos
y oscura mirada, tan misteriosa, lejana a la idea de "mostrar".
Ha opacado el brillo que mi corazón necesitaba,
aquel rastro de esperanza, ya no es nada,
se va corriendo como la fe de mi espíritu,
no le amo, no le amé, mas osó mirarme,
y le abrazo porque aclaró mi vista
y aceptó mis abrazos.
Entró a mi alma y no saldrá de ahí, 
hasta el día en que quiera marchar,
yo no le ato a mí, porque es brisa del mar, 
porque es elíxir de sabiduría,
una salida ¿o qué sé yo?
Una huella para saber alguna vez
a qué juega Dios.

jueves, 12 de enero de 2012

Para no olvidar

...ver sus ojos, 
ver su alma íntegra al son.
Una flama encendida, 
una flecha arrebatadora.