jueves, 4 de abril de 2013

No quiero dejarla


Me encontraba cabiz baja en el desván, entre resignada y con un ápice de esperanza. La miré, al fin la enfrenté, y con calma le pregunté:

-¿Y cuándo te irás, Soledad?
-Nunca me iré porque me necesitas, aunque a veces te asfixie, no me apiadaré de ti porque eres mi única compañía, y yo la tuya. Nadie te dará amor, solo yo... 
-¡No! -grité -. No, prefiero la muerte antes que a ti. Prefiero la muerte antes que a ti...

Entonces la vi llorar y lloré con ella, me abrazó y me dejé consumir por su calor. Aún no tengo la capacidad de abandonarla sin sentir miedo, ella continúa siendo mi refugio y, al mismo tiempo, mi más profundo dolor.
No sé cómo dejarla, creo que siempre estará conmigo.

martes, 19 de marzo de 2013

Daño

Miro sin mirar una vela a medio apagar
mientras me pregunto si esto ha de acabar,
me resisto a creer que sí
sin convercerme del todo
como si fuera a tener una oportunidad,
me impresiona a estas alturas esta ingenuidad.
No sé cómo llegamos a esto,
no parecías ladrón de ilusiones
ni  intransigente,
y la verdad es que sí lo eres.
Me sorprende cómo me impresiona
aún tu frialdad.
No te importó mi decepción,
ni tuviste el mínimo de respeto por
lo que yo pensaba
al tú volver a sus brazos.
No tengo ganas de retenerte,
vete lejos de mi vista,
tu mirada ya no me idiotiza,
no desde que mi orgullo frenó
a este sinrazón de quererte.
Duele entender que no sentiste nada,
que todo era tan hipócrita,
que tú eres un hipócrita.
Duele entender que puse los ojos en
un demente que demanda atención
y eso era todo lo que quería.
Qué desgarro padezco en el alma.
Qué desarme de locura plantaste.
Qué desastre el que dejaste.
Qué delirio amarillo
en el que me sumergiste poco a poco,
y en el que me ahogo hoy.

lunes, 4 de febrero de 2013

Fantasía prohibida

Te imagino a ti, aquí
en una tarde de otoño, sombría.
Escuchando tu risa, en mi sonrisa
bailando al son de nuestros latidos unidos.

Te imagino a ti, aquí,
con tu cuerpo acalorado
junto al mío,
ebrios de libido, respirando pecado.

Lo que siento por ti no lo he definido,
no percibo amor puro, no percibo placer absoluto,
mas no puedo evitar esta atracción irracional.

Mi mente me detiene cuando pienso en todo
lo que te deseo y podría llegar a desearte,
mi mente detiene a mi imaginación para todo lo que podría hacerte.
Eres una víctima de mi disfrute en la fantasía,
un fuego que quema toda mi piel y me deja con letargo en el ensueño.

Por otro lado desearía  no hacer ningún ahínco
para que te rindieras, y dejaras fluir el mar de tus sueños,
y yo ser también una víctima de tus quimeras.
Tan sublime tan fugaz.
tan lejano tan difícil de mirar.
un resplandor mecía su sonrisa
como el movimiento de las olas
en un mar en paz total.
Como todo lo imposible te esfumaste
cuando emprendiste el vuelo,
distante de todos los que te vimos florecer.