Si no se trata de hostilidad, entonces dime cuál es la idea, Sutil Nigromántica.
Si no quieres que me marche ¿por qué me apuntas con tu arma
auyentándome como a un perro hambriento en busca de bazofia?
Para mantenerme contigo tendrás que usar más que sólo palabras amenazantes,
¿Para qué profesas un futuro funesto para mí?
hablas como si se tratara de un desconocido, un pobre perdido en la vida.
¿Cómo no te das cuenta que yo ya tomé una decisión?
déjame marchar, déjame volar lejos, no me cortes las alas ahora,
no ahora que estoy en las alturas a punto de emprender el vuelo,
a punto de sentir, a punto de vivir.
No me encierres en tu mundo, que me das lo peor de ti,
tengo tu amargura disuelta en el corazón, tengo tu desabrigo prematuro en mis brazos.
Hoy sostengo tu apatía de años, para que hace años le obsequiaras todo tu amor a él,
para que reservaras lo mejor de ti para él.
Déjame partir con una sonrisa en los ojos,
permíteme vivir sin culpa y con la mejor profecía que tu magia puede concederme.
Sigue tu vida tranquila, que yo seguiré la mía.
Envíame tu mejor auspicio que el destino tiene guardado para mí, por favor,
Sutil Nicromántica.
Sutil Nicromántica.